La leyenda del estafador que se infiltró en 35 Super Bowls

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Dion Rich tiene 91 años y durante décadas dejó en ridículo a la seguridad de uno de los eventos más televisados del mundo.

El 15 de enero de 1967 se celebró el Campeonato Mundial de la AFL-NFL, más tarde rebautizado como el Super Bowl I, partido que marcó el primer capítulo del megaevento deportivo más visto de los Estados Unidos y uno de los más sintonizados en todo el planeta. Entre los casi 62 mil espectadores que estuvieron en aquel duelo en el que los Green Bay Packers vencieron 35-10 a Kanasas City Chiefs, hubo uno muy especial, que no pagó su boleto: Dion Rich.

“Llegué a conocer muy bien a muchos de los jugadores de Kansas City”, recordó Rich a la revista Rolling Stones en enero de 2015. “Entonces, cuando hicieron el primer Juego de Campeonato Mundial y descubrí dónde se estaban quedando en Los Ángeles, me levanté temprano, encontré dónde se estacionarían los autobuses y llegué justo antes que ellos. Cuando se bajaron del autobús, traje una chaqueta que un jugador de los Chiefs ya me había dado y me bajé del autobús con ellos y me dirigí al vestuario”.

Así disfrutó del primer Super Bowl de la historia. Pero no sólo eso, sino que cuando los Green Bay Packers consiguieron el triunfo, corrió hacia el vestuario y participó también de los festejos en los camerinos. Semejante experiencia hizo que Rich intentara colarse una vez más. Y otra vez. Y otra…

Con la excepción de la tercera edición de la final, cuando se fue a esquiar con amigos, este intruso logró ingresar a 35 Super Bowls sin pagar y en 22 ocasiones pudo ver el juego desde el verde césped, al otro lado de la línea de cal. En cada partido intentó hacer algo más osado. Fue así que llegó a colocarse justo detrás del trofeo Vince Lombardi en una premiación e incluso levantó en andas a la figura de uno de los campeones en otra ocasión. Para burlar la seguridad utilizó pelucas, gafas, bigotes y barbas falsas, uso pases de prensa caducos, se disfrazó de seguridad y hasta mandó a fabricar una chaqueta especial con su nombre y el logo de la NFL, para simular ser parte de la directiva de la liga.

  • Pero su habilidad para camuflarse no terminó allí. También pudo ver 14 Juegos Olímpicos, duelos de la Serie Mundial de Béisbol, peleas de boxeo y hasta entregas de premios Oscar, entre otros grandes eventos.

Hoy en día, a los 91 años y alejado de la ilegalidad, disfruta de la vida en San Diego, en donde se ha convertido en una celebridad y pasa sus días entre la pesca y las carreras de caballo. Además, se dio el gusto de escribir su libro, La vida de Dion Rich: vive como un millonario sin dinero enefectivo, y pasa su tiempo organizando obras de caridad con los niños desfavorecidos de la ciudad, con la ayuda de los vínculos que creó en su época de impostor. En 2018 fue espectador del Super Bowl LII, el primero en su vida en el que pagó la entrada.