Por. Itandehui Rodríguez / @Itandehui_RoMa
¡¿Qué frío hace, no?! Es un frío de esos que cala los huesos, que hace que se entuman las manos, yo creo que por eso Marko Cortés no se ha movido, no ha dicho pío, porque nadie sabe dónde está, nadie supo… ojalá alguien sepa, porque su silencio, inacción y pasividad, me hace pensar que se congeló.
¿O habría alguna otra razón para que hasta el momento no haya salido a declarar algo con relación a la elección de Acción Nacional en Puebla?
¿Sabrá de poner límites?
¿Sabrá de llamarle la atención a la gente?
¿Habrá dado alguna vez un manotazo en una mesa?
¿Se lo tragó la tierra y lo escupió en alguna playa sin señal telefónica?
¿Lo abdujeron los extraterrestres?
¿Andará de parranda?
Porque me queda claro que cuando armó la convocatoria para la suya, se le olvidó que él puso las reglas y las rompió, por eso acabó impugnado y con un fallo en su contra, como el que emitió el Tribunal Electoral Federal la semana pasada.
¿Qué pretenderá, que pase lo mismo en Puebla?
¿Pensará que entre tantas fracturas podrá inyectar oro y convertir al PAN poblano en una obra de arte como una pieza de arte Kintsugi?
¿Qué demonios espera para reaccionar? ¿Que la ruptura entre grupos sea insalvable?
¡Hasta Alejandro Moreno ya habría dicho algo y miren que estoy hablando de un caso extremo!
¿Sabrá que hubo elección el domingo pasado y el desgarriate que se armó?
En definitiva, el (pseudo) presidente nacional del blanquiazul no puede permanecer más tiempo “congelado”, debe salir de la crisálida en la que duerme, batir sus alitas, cuál mariposa y moverse. Porque tal parece que en este “changarro” no hay gerente y todo el mundo hace lo que se le antoja.
Está como niño pequeño con su mami:
-¿On ta Marko?
-¡No toy!
No puede pasar de esta semana antes de que Marko Cortés llame a Genoveva Huerta, Leonor Popócatl, Jesús Giles, Augusta Díaz, Marcos Castro y tal vez hasta al mismo Eduardo Rivera para resolver internamente lo que pueden antes de que intervenga el Tribunal, como en su caso, porque si eso sucede, abrirían una Caja de Pandora que nadie absolutamente nadie quiere ver abierta y que dé pie a la investigación de topes de campaña, de las mentadas credenciales apócrifas y su origen y de una serie de faltas que pudieran tener hasta repercusiones penales. Este es un tema de acuerdos, de dejar hacer y dejar pasar y el paso de las horas solo complica las cosas.
¡Reaccione, señor presidente, reaccione!