La empresa Transportadora Silza, S.A. de C.V., propietaria de la pipa de gas LP que explotó el 10 de septiembre en el puente de la Concordia, Iztapalapa, enfrenta el riesgo de que se revoque su permiso de transporte de gas licuado de petróleo, vigente por 30 años, según el experto en energía Ramsés Pech. El accidente, que dejó seis muertos y más de 90 heridos, ha puesto en duda el cumplimiento de la empresa con los requisitos de seguridad exigidos por la Secretaría de Energía.
El permiso LP/18721/TRA/2016, otorgado en 2006 bajo la administración de Vicente Fox y renovado en 2016, permite a Silza operar hasta 2046. Obtenido con una inversión de 34 millones 456 mil pesos en infraestructura y equipos, el permiso obliga a mantener vehículos en óptimas condiciones, capacitar al personal y contar con un seguro vigente por daños a terceros. Sin embargo, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) señaló que Silza no tenía dicho seguro al momento del siniestro, aunque la empresa afirmó contar con tres pólizas activas (con Chubb, Qualitas y AXXA) y prometió asumir la responsabilidad por los daños.
Ramsés Pech cuestionó la supervisión de la ASEA, responsable de verificar el cumplimiento de las pólizas, y advirtió que la falta de seguro podría derivar en la cancelación del permiso, conforme al apartado 12 del documento, que sanciona incumplimientos en normas de seguridad para gas LP. Silza pertenece a Grupo Tomza, que en 2022 fue sancionado por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) con una multa de 2 mil 414 millones de pesos por prácticas monopólicas entre 2007 y 2009, causando un daño de 13 mil 392 millones de pesos a consumidores.
El transporte de gas LP, vital para México, se realiza mediante una red de ductos, buques y pipas, con solo 226 permisos activos a nivel nacional. Este trágico incidente subraya la urgencia de fortalecer la regulación y supervisión en el sector para prevenir futuros accidentes.